Comer alimentos que contengan mucha sal (sodio) puede aumentar su riesgo de desarrollar cálculos renales.
El sodio está en o se le agrega a muchos de los alimentos que consumimos, especialmente los procesados y las comidas rápidas. Es importante limitar la cantidad total de sodio a menos de 1 cucharada (2000 miligramos) al día. Una cucharada es alrededor del tamaño de la articulación superior del dedo índice.
Para reducir el sodio:
- Prepare sus propias comidas.
- Limite el uso del salero.
- Use hierbas y condimentos en vez de sal para agregarle sabor a la comida.
- Reduzca las salidas a comer afuera a 1 o 2 veces a la semana o menos. Elija del menú bajo en sodio (bajo en sal) cuando esté comiendo en restaurantes.
- Evite los alimentos procesados y congelados.
- Busque alimentos “sin sal, bajos en sodio o libres de sodio”.
- Lea las etiquetas de los alimentos para ver el contenido de sodio por porción.
- Evite alimentos que tengan sodio o sal dentro de los primeros 5 ingredientes (“la regla del 5”).
- Use sustitutos de sal como Mrs. Dash (sal a base de potasio).
Es posible que el sodio figure bajo nombres distintos en las etiquetas de los alimentos, como:
- glutamato monosódico (MSG, por sus siglas en inglés, ingrediente común en la comida China);
- citrato de sodio;
- alginato de sodio;
- hidróxido de sodio;
- fosfato de sodio.
Evite los alimentos que contengan altos niveles de sodio, tales como:
- Comidas rápidas y algunas comidas de restaurantes, como las papas fritas, la pizza y las hamburguesas.
- Alimentos enlatados.
- Comidas congeladas.
- Carnes, pescados o pollos curados, procesados, ahumados o salados.
- Queso.
- Pan.
- Chips fritos y galletas saladas.
Condimentos como la salsa de soya, el kétchup (salsa de tomate) y la mostaza.